La cuarta revolución industrial se basa en la tercera revolución industrial, también conocido como la revolución digital, lo que supuso la proliferación de las computadoras y la automatización de mantenimiento de registros; pero la nueva ola de transformación difiere de los anteriores en algunas maneras clave. En primer lugar, las innovaciones pueden desarrollarse y difundirse más rápido que nunca. En segundo lugar, la caída de los costos marginales de producción y el aumento de las plataformas que se agregan y concentrar la actividad en varios sectores aumentan los rendimientos a escala. En tercer lugar, esta revolución global afectará - y se forma por - todos los países, y tienen un impacto a nivel de sistemas en muchas áreas.
La cuarta revolución industrial tiene el potencial para capacitar a los individuos y las comunidades, ya que crea nuevas oportunidades para el desarrollo económico, social y personal. Pero también podría conducir a la marginación de algunos grupos, exacerbar la desigualdad, crear nuevos riesgos de seguridad, y socavar las relaciones humanas.
Si hemos de aprovechar las oportunidades y evitar las trampas, de la cuarta revolución industrial, debemos considerar cuidadosamente las preguntas que plantea. Debemos replantear nuestras ideas sobre el desarrollo económico y social, la creación de valor, la privacidad y la propiedad, e incluso la identidad individual. Debemos hacer frente, individual y colectivamente, cuestiones morales y éticos que plantea la investigación de vanguardia en la inteligencia artificial y la biotecnología, lo que permitirá la extensión significativa la vida, los bebés de diseño, y la extracción de memoria. Y hay que adaptarse a los nuevos enfoques para conocer gente y cultivar relaciones.
La magnitud del desafío que no se debe subestimar. La cuarta revolución industrial podría conducir a formas de desarrollo humano que nos hacen cuestionar la naturaleza misma de la existencia humana - e incluso antes de lo que uno podría imaginar.
Considere el impacto que la tecnología móvil ya ha hecho en nuestras vidas y relaciones. A medida que la novedad de la tecnología portátil da paso a la necesidad - y, más tarde, como tecnología portátil se convierte en tecnología concentrada - tendrá que ser privado de la oportunidad de hacer una pausa, reflexionar y participar en conversaciones significativas y sustanciales? ¿Cómo serán nuestras vidas interiores y vínculos con los que nos rodean cambiar? Estas son cuestiones de peso, sobre el que el debate probablemente se intensificará en los próximos años.
Por supuesto, la tecnología no es una fuerza exógena sobre la cual los seres humanos no tienen ningún control. No estamos limitados por una elección binaria entre la aceptación y el rechazo. Por el contrario, las decisiones que tomamos todos los días como ciudadanos, consumidores, inversores y guían el progreso tecnológico. Cuanto más pensamos en esas decisiones, cuanto más nos examinamos y los modelos sociales de los que dependemos, mejores serán nuestras posibilidades de dar forma a la revolución de una manera que hace avanzar nuestros objetivos comunes y defiende nuestros valores.
En este esfuerzo, las nuevas formas de colaboración y de gobierno, acompañados de una narrativa compartida positiva, serán esenciales. Con este fin, se necesitan tres pasos clave.
En primer lugar, hay que seguir para crear conciencia y comprensión de las cuestiones en juego. La toma de decisiones no puede ocurrir de forma aislada. Necesitamos un enfoque inclusivo que reúne a las mentes más brillantes de todo el mundo, tanto del sector público y privado.
En segundo lugar, debemos desarrollar narrativas completas y constructivas sobre cómo debe desarrollarse la cuarta revolución industrial. Por ejemplo, debemos asegurarnos de que los valores y la ética están en el corazón de nuestros comportamientos individuales y colectivos, incluida en el capital y los mercados financieros. Debemos ir más allá de la tolerancia y el respeto a la verdadera atención y compasión, con la capacitación y la inclusión convertirse principios rectores de nuestras acciones.
En tercer lugar, debemos pasar a reestructurar nuestros sistemas económicos, sociales y políticos. Es evidente que nuestros actuales estructuras de gobierno y los modelos dominantes de la creación de riqueza no están equipadas para satisfacer las necesidades o, más importantes, los futuros actuales. Lo que se necesita ahora no es ajustes a pequeña escala o reformas marginales, pero si una transformación sistémica completa e innovadora.
¿Cómo los avances cuarta revolución industrial reducirá a la población, la cultura y los valores?. Las nuevas tecnologías, sin embargo por notable que parezcan, son fundamentalmente sólo herramientas hechas por la gente para la gente. Hay que tener esto en cuenta, y garantizar que la innovación y la tecnología seguirá prioridad a las personas, que nos impulsa hacia el desarrollo sostenible e inclusivo.
Una vez allí, podemos ir aún más lejos. Creo firmemente que la nueva era de la tecnología, si es en forma de una manera sostenible y responsable, podría catalizar un nuevo renacimiento cultural que va a crear el sentido de que somos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos - una verdadera civilización global.
La cuarta revolución industrial puede poner en peligro las fuentes tradicionales de la humanidad de significado - trabajo, la comunidad, la familia y la identidad - o puede levantar a la humanidad a una nueva conciencia colectiva y moral basado en un sentido de destino compartido. La elección es nuestra.
Author: Professor Klaus Schwab is the Founder and Executive Chairman of the World Economic Forum.
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